Hace unos días estuve celebrando mi cumpleaños,
anteriormente lo había celebrado en una que otra ocasión, pero nada como este último.
Les cuento que para iniciar tenía mi idea principal y de ellas se desprendían las
secundarias, quería estar pendiente del más mínimo detallito. Desde diciembre
inicie con las cotizaciones a diferentes empresas que elaboran artículos personalizados,
quería mis individuales, portas vasos y el identificador de sorbete
personalizados con el tema de mi cumpleaños, tenía también un presupuesto.
Buscaba y buscaba aquella empresa que se adaptara a lo que quería y a mi
presupuesto, no encontré.
Me comentaron de buscar un diseñador gráfico
independiente que me lo hiciera, pero hable con uno y me desmotivo. Soy de las
que me gusta hacer las cosas por mí misma, no recibo mucha ayuda por no decir
ninguna. Duré toda una noche sin dormir, pero hice mis individuales, mis portas
vasos y sorbetes con el estilo que quería, me lo imprimieron, con ayuda de mi
familia los recortamos y lo pegamos, no resultó tan profesional como debía, pero
el proceso me encanto, me fascino ponerme ese reto y cumplirlo, me enamoro el
compartir el más mínimo detalle con mi familia, que cada personalización que se realizó fue realmente una a una, que fue hecho con amor y pasión. Desde inicio de mes fueron muchos trasnoches, muchas ocupaciones, pero me disfrute cada
detalle.
Un año atrás no hubiese pasado lo mismo, estaría triste,
no lo hubiese hecho pero este año dije que no, que todo sería diferente y pues así
mismo fue.
A mi cumpleaños invite solo a mis seres más íntimos, cada
una de las personas que fueron, que les escribí o les llame para que
compartieran ese momento conmigo es porque simplemente tienen los primeros
lugares en mi vida, nadie estaba ahí por estar, todos tienen un porque en mi
vida, a cada persona que invite le escribí unas líneas de agradecimiento, a
cada persona que me acompaño les dije lo importante que eran para mí, en mi cumpleaños
no había nadie más, aunque pudo ser mejor, todo fue más que excelente para mí.
Gracias a cada una de las personas que fueron, mi corazón
reboza de amor por cada uno de ustedes.
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