A raíz de la semana que me ha tocado no he tenido mucho
tiempo de calidad con mi núcleo familiar, hoy tenía pensado realizar una comida
en familia preparada por mí, había buscado la receta e ingredientes, lo tenía todo
(hasta la inspiración ;) pero la vida no lo quiso así. Me desperté a las 4 am y
nunca más me volví a dormir, veía mi celular para ver la hora cada segundo, vi
horas y horas pasar y Morfeo nunca volvió. A las 8 am recibo una llamada de una
de mis primas más cercanas e íntimas, siempre estamos en constante comunicación,
nos escribimos, nos enviamos emails, nos visitamos y a veces nos llamamos,
aunque sea rápido y sino hasta su esposo me llama o yo lo llamo, siempre estamos
muy actualizadas en nuestras cosas.
Pues hoy rompimos la rutina como nunca, ella me llamó a las
8 am y duramos la mañana entera, entera hablando, 4 horas hablando. Hablamos de
TODO, del pasado, del presente, del futuro y creo que esta de la siguiente
vida. Aunque vivimos a 30 minutos de distancia, valoro tanto esos momentos de
calidad con aquellos que amo que no tiene comparación alguna para mí.
Los temas no dejaban de surgir y parecíamos nunca acabar
sino fue porque nuestros teléfonos se descargaron, me recargo tanto la energía esa
conversación que tuve con ella que no quería ni que terminara. Llegamos al
punto de darnos hasta un gustito juntas este año, una experiencia nueva para
ambas y ya estamos trabajando en eso. Mi prima es uno de esos miembros de mi
familia que los tengo como norte, ella se ha superado bastante en su vida y ha
obtenido todo aquello que se ha propuesto, tanto en lo espiritual como en lo
material. Es un orgullo tenerla como miembro de mi familia y más orgullo es que
seamos tan unidas, sus niñas me adoran y mi amor por ellas es infinito, su
esposo es como un tío para mí, una familia ejemplar.
No les pude cocinar a los míos por el agotamiento físico que
padezco y mi espalda me está cobrando factura, pero me ingenié un plan B con
mis padres. Todo de maravilla, momentos de calidad, familia y al caer la tarde
a tener ese encuentro en la casa de nuestro señor Jesús.
Comentarios
Publicar un comentario