Arialdy Portorreal

Mi madre me dice que yo no dejo descansar mi mente, mis pensamientos e ideas. Ella siempre me dice que deje descansar un poco ese trió inseparable que tengo. Pues es que no puedo estar quieta, necesito tener mi mente generando hacia el futuro, lo que haré y como lo haré. Ya el año va un poco más de la mitad, me puse a repasar mi lista del 2016 y tengo que reconocer que otros años me ha ido peor, no es realmente como lo esperaba pero no me puedo quejar del tiempo y sus decisiones y desafío. He de saberse que dividí mi año en trimestre y cada uno de esos períodos han tenido un área en específico, ya este tiempo está terminando y el ultimo que queda lo estoy dedicando solamente a mi persona, todo aquello que le sume a mi alma, mente y porque no pues al corazón (aunque es para el 2017 se puede comenzar a trabajar en esa área). Mi final de año promete muchas cosas en mi vida, muchos cambios y evolución pero estoy segura que todo obrara para bien. El proceso no ha sido, ni es

Mi vida ha sido un total sube y  baja de emociones en los últimos años pero estoy sumamente feliz de esos momentitos no tan dulces ya que a través de ellos he podido comprender un poco más sobre la vida y sus contradicciones, me han llevado a ser más frágil en mi diario vivir. Muchos dirán que debió ser a la inversa que en vez de frágil seria fuerte pero no, no fue así. Estoy sumamente feliz de lo que me ha pasado y como me ha pasado porque he aprendido desde cero, no fueron cosas ligeras fueron,  fueron fuertes y sé que van a continuar pero no existe peor batalla que aquella no se hace. Los días me han llevado a liberarme de todos y todas, de lo material pero a la vez de lo emocional. Todo lo que viene va y si lo último que perdemos es la vida ¿Porque no perder pequeñeces menores en el camino? Al fin y  al cabo ninguno podemos revivir a nadie. No somos dueño más que de nuestros segundos los cuales se esfuman en un abrir y cerrar de ojos. Debemos dejar ir, comenzar co