Hoy salí a cenar con mi tía, mi prima y mi primito,
nunca antes había salido a cenar con mi tía, fuimos a un restaurante temático al
cual ella nunca había ido. Al inicio ella estaba un poco indispuesta por salud,
agotamiento y demás, pero la convencí de que fuéramos.
Conversamos de todo un poco, nos encontramos con
amistades y familia, mi tía se sintió totalmente feliz. Hicimos nuevos recuerdos, mi primito se comportó
un poco mejor y mi prima y yo disfrutando de nuestra tía a plenitud.
No fuimos
al mejor de los restaurantes, no es el más costoso, pero para nosotras fue 5
estrella, compartimos tiempo de calidad, nos disfrutamos, unas que otras fotos que
estarán siempre publicadas en nuestras mentes y corazones.
Al dejarlos en su casa mi tía tenía unas palabras para
mí, me agradeció inmensamente ese momento compartido, me comentó que nunca
antes ninguna de sus sobrinas ni siquiera las que ella le ha brindado asilo habían
salido a compartir calidad con ella, que ni con su propia hija y me dio las
gracias una y otra vez y le conteste con un abrazo, un beso y que no tenía nada
que agradecer y que se acostumbrara porque ya tengo otros planes más en la
lista.
Llegue a casa como el comensal más satisfecho, llena
de ternura, amor y calidad proveniente de mi familia, lo más importante, son
nuevos recuerdos.
Comentarios
Publicar un comentario