He reafirmado más mi unión con mi familia, con aquellos/as
que realmente me aceptan como soy y aportan de una forma u otra en mi vida. Re comprendí
la importancia de ese amor que pesa más que la sangre, el amor a lo nuestro.
Todos somos muy diferentes, en mucho caso se podría decir
que, de personalidad, ideología y gustos extremos, pero es realmente hay donde
se encuentra la sustancia de nuestro amor, en la diferencia. Aprende aceptar, a
perdonar y amar al otro tal cual es. Por experiencia propia vi que no existen
seres más importantes que tu familia, los amigos, los novios y conocidos
siempre van a ir y venir, pero la familia es una constante invariable.
Este año reafirmó el amor por los mío, le agradezco a
Dios las dos familias que me ha dado, son muy diferentes pero juntas hacen el
equilibrio. De ellas aprendo
diariamente, desechando aquello no tan agradable y tratando de no repetirlo y
multiplicando todo aquello que nos y me suma como persona.
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Hoy hable con unas de mis tías que tengo años sin verla
y escucharla, me sentí tan a gusto escuchando su voz, la forma en la que
hablamos y hasta en un momento me dio nostalgia y a la vez rabia conmigo misma,
no me explico porque deje tanto tiempo de disfrutarla, gozarla, de estar ahí para
ella. Le dije que re fortalezcamos nuestros lazos, quedamos en que mi iría a su
casa por todo un fin de semana para tener un fin de semana para nosotras. Creo
en los momentos, esos minutos, horas o hasta segundo, creo en la calidad más que en la cantidad.
¡A vivir! La vida es muy corta y estos días van muy rápidos.
Si amas, besas, abrazas o quieres a alguien que sea con calidad porque cantidad
cualquier otra persona se lo podrá dar, la diferencia está en cómo TÚ se lo
demuestres.
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