Los días pasan y junto a ellos las obras que vamos
realizando segundo a segundo. Los minutos son los complementos de nuestras
horas y nuestras semanas son el resultado de aquellos cumulo de acciones que
hacemos o dejamos de hacer en su momento.
Todo es tan fugaz que se nos esfuma en un abrir y cerrar de
ojos. En ocasiones me pregunto dónde he dejado tantos años atrás y realizo una
fiesta con mis recuerdos. Creo que en vez de arrepentirme o lamentarme por
aquello que hice o no es mejor celebrar con una buena parada aquellas
innumerables caídas, que soy humana. Me he equivocado, aun lo hago y sin lugar
a duda sé que me volveré a equivocar.
La vida es un constante sube y baja, pero en nosotros está
el continuar o detener esta magia algún día gastable. El llorar, desamor, angustia y dolor formar
parte de la obra, pero los autores principales tienen en su mando como
interpretar estas pequeñas pruebas.
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