Después de una
noche un poco inusual en mi vida, una pastilla para el dor como desayuno y
una manzana con jugo de pulpa de naranja para no seguir adquiriendo más libras
de las que ya tengo (tengo que hacer una dieta estricta), me acompaña mi amiga,
la soledad. Hoy amanecí con la coquetería regada, el romanticismo y a la vez la
melancolía.
De nada me sirve
estar bien por fuera cuando por dentro me estoy muriendo a pedazos con todo aquello
que me pasa y a la vez por todo aquello que han no se decide a pasar. He
comprendido que todo en la vida nos enseña, lo bueno y lo no tanto pero esta en
este último detalle la importancia de las cosas, la vida no es perfecta más
está en nosotros tratar de vivirla lo mejor posible que podamos porque si nos
dejamos llevar de la corriente de los problemas nunca vamos a poder disfrutar
de aquellas pequeñas cosas y porque no, de la no tan pequeñas también.
Todo en esta vida
tiene un porqué y todas las fechas se cumplen
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