Tengo unos días sin escribir,
por varias razones en su momento buenas pero en otros no tanto.
Soy una de la que
esperaba el 2018 con ansias, de tal manera que tenía dos vertientes para
denominarlo, el año de la evolución en todo el sentido de la palabra (amor,
pareja, matrimonio, mi propia familia, emprender negocios y demás…) y la otra
parte era el año de los viajes pues la realidad es otra, ninguna de la dos.
Aunque aún el año empieza y no se puede tirar todo por la ventana, soy realista y sé que lo empecé con el pie izquierdo.
Para nadie es un
secreto que tuve un amor que perduro por media década pero también es de
dominio popular que tengo años y años soltera.
En mi transcurso por la soltería me dedique un año al cuidado de mi
madre que estaba enferma y el segundo año pues me lo dedique a mí, a compartir,
hacerme compañía de mi libertad, de mis años y demás. En mi 3 año de soltería sin
decidirlo, sin esperarlo y mucho menos planificarlo el amor surge de nuevo, en
una sala de espera de un aeropuerto resultado de un vuelo de conexión con 7 horas de retraso.
Literalmente todo fue en las nubes y se fue dando de manera espontánea.
Temerosa de los
sentimientos, nuevas experiencias y demás me doy cuenta que estaba cerrada al
amor, no estaban en los planes. El amor
es bellísimo, para mi es lo más bello
del mundo y más cuando se trata de una pareja, que ambos se vuelven uno.
Entre las horas, los dias y la distancia surgió un noviazgo. Ningún amor es igual al otro, este es un amor más maduro, con más experiencia...
Entre las horas, los dias y la distancia surgió un noviazgo. Ningún amor es igual al otro, este es un amor más maduro, con más experiencia...
Con amor, la
intensidad, la pasión y el deseo mantuvimos la relación pero sin entrar en
detalles no fue lo que esperábamos.
El día a día a se encargó de alejarnos más, de vivir nuestra realidad.
No ha sido fácil pensar que luego de casi un año se termina una relación, que ha llegado a su final aun con sus altas y sus bajas pero no continuo.
El día a día a se encargó de alejarnos más, de vivir nuestra realidad.
No ha sido fácil pensar que luego de casi un año se termina una relación, que ha llegado a su final aun con sus altas y sus bajas pero no continuo.
Él es un excelente
hombre, en todo el sentido de la palabra. Cualquier mujer se sentiría feliz de
tenerlo, un hombre tranquilo, de familia, de su hogar, apasionado aunque a
veces poco afectivo, no somos perfecto…
El insomnio, la soledad, la falta de apetito y
su recuerdo viven conmigo todo el día. Todo aún es muy reciente y aunque ya he
vivido esto antes fue totalmente diferente.
Vivimos
muchas cosas juntos y me conoce más que muchas personas, el siempre tendrá un
espacio en mí. #AA
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